La postura del cuerpo induce a una determinada respuesta interior. Las tensiones del cuerpo nos provocan distracciones, mientras que el equilibrio corporal favorece el sosiego y la armonía.
Por ello es importante buscar una postura justa, equilibrada, sin tensiones,
Luego de estar sentado, con los ojos cerrados y con la mente relajada, el siguiente paso es respirar.
Percibir el aire que entra por mi nariz y sale por mi boca.
Si no sabes qué hacer, sólo respira.
En el silencio escucharás todas las respuestas.