Diálogos desde Evang. 9 Febrero-25

  • 09 de Febrero de 2025
imagen Diálogos desde Evang. 9 Febrero-25

Hay un salmo o poema de Floren Ulibarri que comienza diciendo
"Podría seguir así,
tirando más o menos como hasta ahora,
manteniendo el equilibrio prudentemente,
justificando mis opciones y decisiones,
dejando huecos en mi agenda, por si acaso….
diciendo sí aunque todo sea a medias...
Pero también puedo ser... discípulo."

Y es que ya pasado ya el tiempo de la Navidad y de los relatos de la infancia de y los inicios de la vida de Jesús que hemos venido recordando y ya el foco se pone en nosotros, como creyentes, como seguidores –que nos decimos- de Jesús.

Una actitud previa para que se dé el milagro y para poder seguir a Jesús es:
1.- Querer oír y acoger. Gustar y vivir su palabra. La palabra de Dios, las palabras de Jesús.
“La gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios.”

No buscan milagros. Vienen porque quieren oír una palabra diferente. La gente no quiere una palabra cualquiera. Por encima de las palabras, de tantas palabras y palabras, buscan la Palabra (con mayúscula)

2.-Y otra es el asombro.
“Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él”
A veces decimos de manera coloquial o incluso despectiva = “A mí ya no me asombra nada”.

Pero sin asombro, sin salirse de la sombra (que eso significa asombrarse) no llegaremos a la luz.
Me preguntaba: ¿Yo de qué me asombro?, ¿de qué te asombras tú?. Recuerda un ejemplo último donde te hayas asombrado de algo, de alguien, de….


3.- Solo entonces podremos oír y entender las palabras de Jesús cuando dice: “Rema mar adentro”

Porque es difícil un buen resultado de pesca en la orilla. Es difícil dar a mi vida una profundidad mayor viviendo solo en las seguridades, el temor o la comodidad de lo mediocre. Ahí donde sí se hace pie.

Ir más adentro supone adentrarse, aventurarse (al menos un poco, un poco más). Dejar de hacer pie.
Y por tanto, dejar de poner mi confianza en mí (seguridad, dinero, comodidad, …).

Ahora la confianza -como creyente, como seguidor de Jesús—la pongo en Dios.

(cuento del Trapecista)

Y es que como dice el salmo del inicio…….

Sólo ahí nace esa confianza que no tiene agarres, que se queda un poco a la intemperie, donde la oración de confianza brota solo de eso, de la confianza.
Solo “Por tu palabra…”

Desafiando incluso, nuestro propio razonamiento, nuestra experiencia, nuestras comprobaciones.
“Maestro, hemos estado pescando toda la noche y no hemos cogido nada” Pero si tu lo dices

Y el resultado fue sorprendente. Exagerado. Muy bueno. Y muy grande.

Parece ilógico, pero asombroso.

Y termina el relato diciendo que dejándolo todo le siguieron (“También puedo ser discípulo/a”)
Todo empieza por tener sed de Ser. Sed de Dios. Ganas de escuchar una palabra de sentido. Y querer salir de la sombra, asombrarse.

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Hoy Manos Unidas contra el hambre en el mundo (Lema: Compartir es nuestra mayor riqueza)
También ilógico, pero asombroso. Pequeños gestos unidos, las manos unidas de muchos, con pequeños gestos hacen cambios asombroso

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En Ver documentos Adjuntos: te dejamos la hoja de La Palabra de esta semana. Anímate! Si eres de las personas que buscan un espacio donde, con otras personas, conocer el evangelio de Jesús, su persona, su mensaje, su proyecto de vida, este es tu lugar. Te esperamos.


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