Desde Evang domingo 6 Dic.2020

  • 06 de Diciembre de 2020
imagen Desde  Evang  domingo 6 Dic.2020

Cuando Juan Bautista dice: “…y detrás de mí viene el que es más fuerte que yo. Yo no me atrevo ni a agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo solo os bautizo con agua. Pero él, …él os bautizará con Espíritu santo y fuego”…siento esa emoción del que sabe que hay algo más. O mejor de que hay “alguien” más.
Son palabras de un profeta. Del profeta que aviva la esperanza.
“Mira, te envío mi mensajero por delante…”

No esperamos en la vida un “no sé qué”, ni un “no sé cuando”, sino un Alguien que colmará nuestras vidas de sentido y futuro.
Sentimos que está ocurriendo algo que está mucho más cerca de lo que imaginamos. Es ese atreverse a vivir la convicción de que Dios nos acoge y nos abre las puertas de la Vida.

Una esperanza que nos fuerza, de nuevo, a mirar al hoy y al aquí y a ponernos manos a la obra “para preparar los caminos al Señor, y para allanar senderos, enderezar lo torcido”. Abriendo camino a la solidaridad y a la justicia.

Una esperanza que no es un mero optimismo, ni una ilusión ingenua.

Ni siquiera la convicción de que algo saldrá bien sino la certeza de que algo tiene sentido independientemente de cómo resulte.

Por eso, al hilo de lo que decía Teilard de Chardin:

No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.

Quiere lo que Dios quiere.
Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que,
pese a todo,
acepta los designios de su Providencia.

Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque te cueste verlo.

Por eso,
cuando te sientas apesadumbrado, triste,
espera, cree y confía.



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