Batu, con... Xabier Aierdi
- 03 de Febrero de 2020
En BATU (espacio mensual para crecer y compartir) el martes 11 de febrero a las 20:00h en el centro pastoral BerriOna, llevaremos a cabo la sesión “Poder emigrar para vivir es un derecho”. En esta ocasión nos acompañará Xabier Aierdi Urraza, Doctor en Sociología, profesor titular en la UPV/EHU. Ha dirigido el Observatorio Vasco de Inmigración IKUSPEGI. En la actualidad dirige BEGIRUNE (Laboratorio de Investigación en Inmigración de la UPV/EHU).
La posibilidad de decidir dónde vivir es un aspecto fundamental de la libertad humana. Esta afirmación resulta completamente evidente cuando el destinatario es uno mismo. Nadie se negaría este elemental derecho a sí mismo. Sin embargo, no se procede siempre de la misma manera cuando se trata de aplicarlo a los demás.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos recoge en su artículo 13: “1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”. Como vemos, se reconoce a toda persona el derecho de abandonar el Estado del que sea nacional, así como el de retornar a él, pero se guarda silencio acerca de la correlativa obligación de los otros Estados de aceptar su entrada en el territorio de su propia jurisdicción.
Por tanto, el derecho a inmigrar no está configurado, y menos aún codificado, de manera vinculante para los potenciales Estados receptores. Dicho crudamente: “La emigración es un derecho humano, mientras que la inmigración no lo es” (Heller 1992). Existe, por tanto, un derecho de salida del propio país, pero, en cambio, nada se dice acerca del de entrada en otro, salvo en los casos en que se huya de persecución, ya sea política, étnica o religiosa, en cuyo caso es de aplicación el derecho de asilo. Es éste, por cierto, un derecho administrado con frecuencia de manera cicatera por muchos países, incluso democráticos.
Te esperamos. Nos gustará compartir contigo.