“La corporeidad habla de la masa objetual del cuerpo y la CORPORALIDAD, reservada a la persona, trata de la gama de cualidades que se desprenden del hecho de ser seres corporales, con autonomía, cosa de la que no gozan los objetos: el jarrón no baila, por muy bello que sea.
La corporalidad profunda tiene muchas dimensiones: Orientación y Discernimiento. Profundidad/Vacío y Amplitud. Paz. Calidez. Alegría. Gozo. Silencio. Presencia. Contrate. Libertad. Claridad. Todas estas cualidades dimensionales del cuerpo contribuyen a que seamos espirituales.
La corporalidad nos permite conducir nuestras vidas, en vez de ir detrás de ellas”
(Texto tomado de Luis López González, “Cuerpo – meditaciones” Ed S Pablo. Pag. 26)