Este pasado martes (12 marzo), en el centro BerriOna, tuvo lugar la 5º sesión de BATU: “La pobreza como desafió a la acción política-Pobreza y políticas sociales en Euskadi”-
Contamos con el asesoramiento de Iñaki Uribarri, economista, miembro de Argilan (plataforma del sindicato ESK de lucha contra la exclusión) y miembro de la red de renta básica (RRB).
Comenzó hablando del modelo de “rentas mínimas garantizadas y condicionadas solo para personas pobres”, establecido ya en 1989 en Euskadi siguiendo los modelos que se habían creado en Europa con el objetivo de terminar con la pobreza. Pero también del fracaso de éstas, como se viene evidenciado en las distintas encuestas “de pobreza y desigualdad social” realizadas a lo largo de estos años. La última en el 2016, en la que se ha visto que un 31% de las personas pobres no han podido recibir la Renta y más de un 40%, sí que han cobrado la Renta de garantía pero no les ha llegado con ello para salir de la situación de pobreza.
Tras esto hizo una reflexión acerca de los distintos motivos que han hecho que fracasen estos modelos de rentas mínimas, como han sido: las crisis económicas, la llegada de nuevas poblaciones emigrantes, y sobre todo, el exceso de requisitos que se han exigido y se exigen para conceder la Renta y que además han ido multiplicándose a lo largo de los años (el aumento de años de empadronamiento, el que en una vivienda solo pueda haber dos unidades cobrando la renta, la exigencia de revisión a los dos años de los requisitos para la concesión de la paga y un largo etcétera que fue mencionando y analizando).
Nos propuso como alternativa de mejora al modelo actual, y en el intento de erradicar la pobreza, una ley de Renta de Garantía en la que:
Se disminuyan al mínimo los requisitos solicitados. El aporte económico corra a cargo de una institución pública y llegue al 100% del salario mínimo interprofesional. Se pida sólo un año de empadronamiento. Las ayudas de emergencia social (AES) sean un derecho subjetivo (y por tanto no sometido a los presupuestos). Se rebaje a 18 años la edad para acceder a la RGI.
Además: garantizar la inclusión laboral (separando el derecho la Renta de la inclusión). Sacar la Renta y su gestión de Lanbide.
Y por último y antes de terminar, Iñaki nos abrió la propuesta de la “renta básica incondicional y universal”:
-Un ingreso que paga una institución pública
-A todas las personas que residen en esa sociedad.
-A toda persona individual (No unidad de convivencia)
La administración a principio de mes ingresa una cantidad a todos igual.
Ventajas: Acabaríamos con la pobreza económica. Con la mayoría de gastos administrativos. Y con el caldo de cultivo de la xenofobia, aporofobia, etc.
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Interesante sesión que nos llevo a invitar al ponente para otra ocasión donde seguir compartiendo y reflexionando sobre este tema.