“… ¿Y cuándo piensas realizar tu sueño? –preguntó el maestro a su discípulo.
Cuando tenga la oportunidad de hacerlo –respondió éste.
El maestro le contestó:
-La oportunidad nunca llega. La oportunidad ya está aquí…”
(Anthony De Mello)
Aquel día “en Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga…” y Jesús dijo la oportunidad está aquí!, lo que dijo el profeta Isaías se cumple hoy en mí.
Pudo hacer esa afirmación que dejó sorprendidos a sus paisanos por dos razones.
Una. Porque tenía la fuerza del Espíritu.
“Volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu…”
El espíritu de Dios que animaba, empujaba su alma y su vida.
La confianza en Dios Padre que llenaba su vida.
Y dos. Porque mira a la realidad y a las personas. Y ve tanta gente que sufre, que no puede más, que tiene hambre de pan y de justicia, que está enferma o/y injustamente tratada....
Dios no viene a castigar sino a liberar.
Por eso, se apropia para sí las palabras del profeta (“me ha enviado para anunciar la Buena noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista, para dar la libertad a los oprimidos, para…”) y las hace suyas. Es su sueño. El sueño de Dios. La oportunidad está aquí.
Nuestros sueños (anhelo, espíritu,..) y nuestras oportunidades (coraje, ocasión, ..) van siempre de la mano. Los sueños nos invitan a crecer y la oportunidad nos hace crecer. El primero es semilla, es potencia, es idea; lo segundo es acción, transformación, realidad.
Es el Espíritu de Dios que está sobre mí, sobre ti… y me envía y te envía a anunciar la Buena noticia estando cerca de los más débiles y desfavorecidos.
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En Ver Adjuntos = La hoja y el canto de ayer en "La Palabra"
Cada sábado a las 19,00h en BerriOna, "La Palabra" . Para leer y compartir en grupo el Evangelio.