En las situaciones oscuras, difíciles e, incluso, angustiosas de la vida (personal, colectiva…) y del tiempo en que parece que todo se hunde y se acaba…
…necesitamos desvelar, re-velar, quitar el velo de sombra para no olvidarnos de la presencia de Dios, y la mano de Dios que nos sostiene.
Es la esperanza del creyente que canta con el Salmo 15 (que hemos leído)
"Protégeme, Dios mío, me refugio en ti.
Señor, tú eres mi alegría y mi herencia, mi destino está en tus manos.
Por eso se me alegra el corazón, hacen fiesta mis entrañas,
y todo mi ser descansa tranquilo;
porque no me abandonarás en el abismo,
ni dejarás a tu fiel experimentar la corrupción.
Me enseñarás la senda de la vida,
me llenarás de alegría en tu presencia,
de felicidad eterna a tu derecha".
Así lo cuenta el Evangelio de Marcos de hoy con un lenguaje apocalíptico (apocalipsis significa desvelar, revelación...) y simbólico.
Son las situaciones dramáticas de tantas personas viviendo situaciones de angustia y miedo (y de nosotros mismos cuando las vivimos).
Son pueblos enteros en situaciones de dolor infinito por la guerra que le asolan (Gaza, Ucrania, Yemen, Sudan….)
Personas y pueblos donde la sequía, el hambre, la sed ponen su vida en un sin vivir.
O ahora, los vecinos de Valencia que lo han perdido todo en la catástrofe de la Dana.
Y hasta el mismo PlanetaTierra atacado por la sobreexplotación.
ETC…etc
Pero hay, por encima, una palabra de esperanza, de ánimo y confianza en Dios y en su Palabra que el creyente intuye, descubre y cree
"Y así, en esta realidad apocalíptica somos urgidas y urgidos no a una esperanza ingenua, sino a la esperanza comprometida, a estar atentas y atentos a los pequeños signos que, en medio de los escombros de esta civilización, señalan que hay otras formas de vida y estilos de relación y organización de lo común más allá del individualismo y de la escisión con la naturaleza y su explotación.
Personas y colectivos que nos recuerda que es posible tener vidas que merecen la alegría y la esperanza de ser vividas, vidas que inauguran una nueva era, un tiempo emergente que hay que forzar, al modo de Jesús de Nazaret, poniendo en el centro el cuidado, empezando por la humanidad y la creación más vulnerada.
“Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, decid que el verano esta acerca, pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que Él está cerca, a la puerta”.
Es tiempo de conversiones profundas desde lo más íntimo y personal a lo más estructural. Es tiempo de confianza y de esperanza.
Es tiempo como dice el papa Francisco de “un cambio de rumbo”.
El futuro es ahora, el futuro es hoy" (Pepa Torres)
Dios está cerca. A las puertas.
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Cada semana en BerriOna: La Palabra. Un espacio para compartir, gustar y vivir el Evangelio de Jesús. (Jueves a las 19,30h y sábados a las 19,00h. Elige el día que mejor te vaya). Aquí te dejamos la Hoja de participación de esta semana.