Diálogos. Desde el Evangelio 3 Nov-24

  • 03 de Noviembre de 2024
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Filas interminables de solidaridad…que caminan con lo que pueden llevar, dispuestos a ayudar a los damnificados por la DANA en Valencia. Movilizados para ayudar a desconocidos que se convierten en hermanos a quienes abastecer.
Estas filas son también un signo real de amor al prójimo y por tanto también un signo real de amor a Dios (aunque muchos quizás no le conozcan)

Aquel día cuando el escriba, el maestro de la Ley, le pregunta a Jesús cuál es el primer mandamiento de todos. Es decir: entre todos, con cual nos tenemos que quedar; por ser el más importante.
Jesús le contesta: El primer es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser."
Y el segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay otro mandamiento mayor que éstos.»
Una respuesta que resume la ley entera y los profetas –como dirá Mateo, otro de los evangelistas.
Dos en uno.

Amar a Dios…
Imagina una línea vertical, un hilo vertical, que va de ti, de mí, de nosotros al cielo, a Dios. Y de Dios a nosotros.
Y ahora, imagina también una línea, un hilo horizontal que se extiende a la tierra a los demás.
Ambas líneas se cruzan y, …en el punto de convergencia, de intersección forman una cruz. Que si los cerrásemos por sus extremos formaría un gran círculo que contiene todo.
Dos movimientos complejos pero sencillos.

Amar a Dios y a los demás.
No se puede amar a Dios y olvidarse de los demás, de los hombres y mujeres de nuestro alrededor (y de los de un poco más allá). De tu prójimo.
Y al mismo tiempo, amar a los demás es la condición de posibilidad real de encontrarse y amar a Dios.
Y ambos en un movimiento circular y permanente.

Y hay dos previos, me parece a mí, para poder cumplir este mandamiento:
Primero: Escuchar. (Así empieza la respuesta de Jesús: “Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios, es el único Señor…..
Escucha!
Sin escucha, sin escucha atenta, en silencio… uno no puede ni entender ni vivir este amor doble.
Amar comienza por escuchar. Y escuchar implica tiempo, silencio, atención, receptividad, apertura a las diferencias, voluntad de dejarse sorprender, respeto,…

Y el segundo previo es que, si os habéis fijado, ambos mandamientos comienzan por “Amarás…”
Amarás en futuro.
No dice “ama” al Señor y al prójimo. Sino “amarás”
Amarás tiene un sentido de ir haciéndolo, de ir cumpliéndolo una y otra vez.
Porque somos limitados y débiles, necesitamos ese horizonte que nos guie hacia adelante.
Quizás en una tarea que dura toda la vida. Amarás. Hasta que al final de la vida (como dijo San Juan de la Cruz) nos examinen del amor.
Amarás tiene sentido de esperanza.


La respuesta de Jesús tan rotunda, tan absoluta, tan misteriosa, …tan absolutamente cierta, que el escriba le llegará a decir: Maestro tienes razón, Maestro has respondido bien.


  • Diálogos desde el Evangelio / Ebanjelio-Elkarrizketak
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