La actitud y postura del discípulo es ir detrás de Jesús: seguir sus pasos.
Pisar y andar por donde Él andaba, acercarse a la gente como él se acercaba, acoger y curar como él lo hacía, confiar radicalmente en Dios como él confiaba.
Es decir: seguir sus huellas, proseguir sus pasos. Estar en movimiento
Pero cuando los dos hermanos, Santiago y Juan, le hacen una petición
¿Qué le piden? = “Concédenos sentarnos en tu gloria.
¡Le piden estar sentados!.
Con razón Jesús les dirá “No sabéis lo que pedís! ¿Acaso queréis ser discípulo y seguidores de míos estando sentados?
Ser discípulo y seguidor/a de Jesús es estar en actitud de seguimiento, de salida.
Y este movimiento nos dirá hoy Jesús en el evangelio se concreta en el servicio. “El que quiera ser el más grande y primero que sea el servidor de todos”
El servicio debe ser la práctica de la comunidad cristiana. Es la situación por la que nos constituimos en comunidad. La que nos reúne e iguala en dignidad, derechos y responsabilidades.
El servicio es la forma concreta de ejercer la caridad.
El servicio libera a la persona de someter a los demás a sus propios deseos e intereses. Y le hace a uno mismo verse necesitado también.
El servicio no nos lleva a estar sentados sino a estar en una actitud de seguir, de salir, de estar disponibles y dispuestos.
Con razón el lema del Domund de este año dice = Id e invitad a todos …
“Id e invitad a todos al banquete”
Las misiones, los misioneros y misioneras, visualizan más que nadie esa imagen evangélica de ponerse en camino, de iglesia en salida y en servicio.
Como dice la canción:
Mujeres y hombres nuevos, al lado de los pobres
Compartiendo con ellos techo y pan
Dice la Evangelii Gaudium, la encíclica del Papa Francisco:
“Hoy, en este «id» de Jesús, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia, y todos somos llamados a esta nueva «salida » misionera”
“Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio”
En este sentido todos/as somos misioneros. Este día del Domud, también es nuestra fiesta.
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Que desde el servicio (sencillo y liberador) podamos decir, cada uno, cada una, al final del día: “No me he sentado en todo el día”