Tres heridas
- 10 de Mayo de 2024
Carlos Gil, invitado por la Comisión de Acompañamiento en el Duelo de las parroquias de la zona Este de Vitoria y por centro pastoral BerriOna.
El encuentro tuvo lugar el pasado 7 de Mayo en los locales de la parroquia de San Juan.
El profesor de Biblia abordó el tema del duelo desde el título “Jesús de Nazaret ante la herida de la muerte: cómo afrontó la muerte según los evangelios”, apoyándose en tres pasajes del evangelio de Marcos.
Tres heridas:
La del amor, la de la vida, la de la muerte
La del amor (En el Bautismo en el Jordán)
Dios Padre ama confiando y confiado.
Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco…
Pone en manos de Jesús el yo me complazco= yo respeto, yo cuido, yo apoyo, yo quiero….. Dios Padre ama confiando
Aquel día el cielo se desgarró = ahora (en Jesús) Dios no está oculto.
Ahora Dios no está alejado. Está ahí. Confiando.
La de la vida (En Getsemaní)
A Jesús le entran dudas: Y ¿si nada tiene sentido?, y ¿si todo es un fracaso?
Jesús se angustia, tiene miedo
Libertad de Jesús para elegir.
Expresa una confianza grande en Dios. (Abbá=Padre, confío en ti. Que se haga lo que quieres tú).
Es el momento de la confianza, aunque parece que Dios guarda silencio.
Descubrir a Dios en el silencio y en vacío es una tarea difícil.
La de la muerte(En la cruz)
Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado (principio del salmo 22)
Jesús no puede evitar el dolor, el miedo, la soledad,….
Y tiene necesidad de consuelo.
Dios se hace presente en el silencio. El silencio de Dios puede ser un nido acogedor.
Nuestras situaciones de DUELO
Sentimos vacío.
Como que Dios nos ha abandonado.
Y sentimos silencio y ausencia, muchas veces.
Especialmente en esos momentos en que tanto consuelo necesitamos o necesitaríamos.
PERO el aparente fracaso no hay tal la ausencia (la herida de la muerte) si va unida al amor (la herida del amor) y a la confianza (herida de la vida)
Dios no está ausente en el aparente silencio, sino que acompaña nuestra vida… en silencio.
Y el recuerdo del amor, la experiencia de los momentos vividos en que hemos sentido el amor de amor… nos traen a la mente y al alma que Dios está ahí.