Una pregunta: La fe ¿tiene que ver más con el verbo TENER o con el verbo SER?
Claro!. Con el ser. Porque cuando la asociamos al TENER, pues inmediatamente pensamos en una serie de verdades que creer, en un complejo de doctrinas que hay que hay que suscribir, o en un depósito que hay que mantener a nivel.
Y sin embargo, cuando la asociamos con el SER hablamos más de que Yo SOY creyente, de que soy yo el que me fío y confío. Me confío a Alguien a quien sigo en la vida. Camino como discípulo detrás del Maestro. Pasos de vida.
La fe, por tanto, no es algo externo a mí y fuera de mí sino que es mi vida, mi misma y única vida, pero amasada con esa experiencia, con esa dosis de confianza, con ese ponerme en manos de Dios que da a mi vida otra pinta, otro tono, otro sentido.
La fe no nos dispensa –como sabemos- de la dura tarea diaria. No es una escapatoria de las responsabilidades de la vida, ni de sus conflictos y dificultades. Así, de salida, no nos facilita el camino. Simplemente de da sentido.
Porque no creemos en algo (“algo hay que creer” “siempre crees en algo”). No creemos el algo sino en Alguien (con mayúscula)
Aquel día los discípulos le dijeron: “Auméntanos la fe”
Quizá hoy nos valdría simplemente con rezar en silencio esta oración.
(Silencio)
Lo dijeron todos, en grupo, en plural (“Auméntanos…”). Y Jesús contesta también a todos, en plural. “Si tuvierais fe…aunque fuese pequeñita…” (como un grano de mostaza—les dice)
Descubriríais las maravillas de Dios y de su amor que hace posible lo que parecía imposible.
Hablan en plural porque la fe se apoya y se fortalece con la experiencia (el ser y el hacer) de los otros. En grupo, en comunidad. (Hoy más si cabe).
La fe no es solo MI fe, sino nuestra fe. La fe de la comunidad, de la iglesia.
Y por último, la fe que está relacionada con la acción. Como forma de vivir y de relacionarnos (con las demás personas, con el mundo, con la Naturaleza,…)
Ya lo había dicho Jesús muchas veces: “El que quiera ser el primero que sea el último y el servidor de todos…”
Y hoy lo repite con este ejemplo tan gráfico del criado, del siervo.
Vosotros –les dirá a sus discípulos--… Y, por extensión, a nosotros, sus discípulos y seguidores.
“Decid: Somos unos pobres siervos. Hemos hecho lo que teníamos que hacer.”
Y ¿Qué era lo que teníamos que hacer?. Pues hacer lo que Dios, el Señor, quiere que es amar y servir.
Poner la vida al servicio de los demás. Hacer lo que tenemos que hacer cada día, (hoy, esta semana….) pero bien. Poniéndonos a los pies, al servicio, de los demás.
(Jueves Santo, lavatorio)
Y desde aquí, ahora entendemos que la fe tiene un componente social y hasta revolucionario. Capaz de transformar la realidad.
Por tanto: “Señor auméntanos la fe” Danos fe.
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En Ver Adjunto, tienes además la hoja y la canción de La Palabra de esta semana. Y es que en el centro BerriOna, cada jueves a las 19:30h y cada sábado a las 19:00h abrimos el espacio que llamamos La Palabra para conocer y compartir el Evangelio de Jesús.
Dos días para que elijas el que mejor te venga. Anímate! Disfrutarás y te hará bien. No hace falta apuntarse previamente. Solo llegar. Te esperamos.