Desde Evang 24 Oct21

  • 24 de Octubre de 2021
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Como si fuese un juego.
Vamos a pensar en cuál de los personajes (o escenas) del Evangelio de hoy estoy o me pondría yo.
No es necesario que lo digas. Solo que de manera sincera y honrada lo pienses y elijas.

1.-¿Estoy entre los que acompañan a Jesús?
Son los discípulos y una gran muchedumbre. Van así como en tropel
Aclaman a Jesús, pero no tienen inconveniente en increpar a los que no están en su grupo y a los que están en el borde del camino. Los excluidos.

Siguen a Jesús pero no han entendido lo que dice y lo que les pide --así lo hemos visto en los evangelios de los domingos pasados—acompañan a Jesús pero no ven del todo el mensaje y estilo de vida que Jesús les propone. (No se dan cuenta aún que el camino por el que van va hacia Jerusalén, donde está el dolor y la cruz.

Es gente –podíamos decir- religiosa pero sin más. Que no quieren ser molestados por los que están en los márgenes de la vida.
Aunque sí es cierto que algunas veces, por fin oyen la voz de Jesús : “Llamadlo” y sí se acercan al pobre para decirle= “Levántate, que te llama”

Siguen a Jesús pero no ven en profundidad.


2.- O ¿estoy en el personaje del ciego, de Bartimeo?
Te sientes como ciego. Sin saber qué decidir o hacer porque no ves caminos.
Pero tienes ganas de ver, de descubrir sentido a la vida y a lo que haces.
Tienes ganas de luz, de amor, de salud, de coherencia personal, de….
Y entonces gritas. Gritos de rabia, de petición o de silencio.
La fe nace también de un grito: “Ten compasión de mí!” “¡Apiádate de mí!. Ponte en mi lugar!”
Dile a Dios : ¡Que pueda ver!”
Díselo de corazón, con la existencia, como lo dice el ciego Bartimeo.

Y el ciego, el que no veía, el que estaba al borde del camino, es realmente el que ve. El que ve a Dios: “Hijo de David”, ¡Maestro! (dirá entusiasmado).

El que no veía, que al encontrarse con Jesús, se pone en pie de un salto.. Deja lo antiguo (arrojó el manto) y … le sigue.
Se convierte en discípulo. Ya no solo acompaña sino que le sigue en el camino.


3.- O bien ¿estoy en el personaje de Jesús?
Capaz de oír cuando nadie oye. Capaz de ser sensible a los gritos, gestos o silencios de dolor de los pobres, de los débiles, de los excluidos,…. De los que no tiene luz en su vida.

Me pongo en la actitud de Jesús que en vez de decir: “veras, tu lo que tienes que hacer…” ,entra en diálogo.
Jesús, Dios, nuestro Dios es un dios relación, de relación. Entra en dialogo con el ser humano. (Respetando su libertad). “¿Qué quieres que haga por ti?”

En Jesús, Dios compasivo. Dios con entrañas de mesiricordia.


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