Adviento, un Tiempo. De espera, de esperanza, de preparación, de….
Pero Adviento, sobre todo y antes, una Actitud, una predisposición.
Es distinta la actitud del que espera sin ganas y de manera pasiva que la espera de la persona enamorada que espera a su amor.
Es distinta la esperanza de un optimismo ingenuo y feliz a la esperanza consciente del que lucha, sueña y confía a pesar de las situaciones que vive.
Es distinta la preparación a la Navidad del que compra unas tiras de luces para su balcón y ya está!, al que con acciones y gestos de vida se dispone y se prepara al encuentro con el Misterio, con Dios.
Adviento es sobre todo una actitud.
La actitud. La que puede cambiarlo todo. Darle la vuelta. Prender la luz. Sembrar la esperanza. Reconciliar. Dar aliento. Iluminar.
“Mirad”, “vigilad” “velad”
Es estar despiertos, ser conscientes del tiempo y del momento que vivimos. Escuchar el latido de la vida, de las personas que están a mi lado, de los acontecimientos de cada día..
Para no pasar por la vida con la venda de la indiferencia en los ojos, con la mordaza del miedo en los labios, con la conciencia enterrada en el fondo de nuestro ser.
“Os anuncio que comienza el Adviento.
Alzad la vista,
restregaos los ojos,
otead el horizonte,
daos cuenta del momento.
Aguzad el oído.
Captad los gritos y susurros,
el viento,
la vida..”
(de un poema de F.Ullíbarri)
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En Ver Adjuntos, la Hoja de "La Palabra" de ayer. = Al encuentro con el Evangelio todos los sábados a las 19,00h en BerriOna