Lo que dijo aquel día Jesús no eran frases dichas así “entre dientes” o sin pensar. No. Todos sabemos que las Bienaventuranzas son como el programa de Jesús. Su discurso más programático.
Una proclamación hecha por Jesús que hasta los más pobres de los que allí estaban quedaron sorprendidos.
Pero yo pienso que Jesús dice lo que dice, entre otras cosas, por esto:
1.- En el relato de Lucas (a diferencia del de el evangelista Mt.), Jesús está en un llano.
Es decir donde está la gente. En el vivir diario a pie de calle, podríamos decir. En la realidad dura de la vida. Donde se encontraba la gente que arrastra su vida en la pobreza, la pobreza económica, la exclusión social, la enfermedad, la marginación….
2.-En segundo lugar porque la mirada de Jesús era una mirada diferente.
Solo desde una mirada de la realidad atenta, compasiva, amorosa… uno puede ver la realidad y …sentirse conmovido, implicado, indignado.
Además, una mirada que va más allá de lo que todos veían (o si queréis, de lo que todos vemos). Veía a Dios (que se compadece, compadeciéndose) en esa realidad.
3.- Y en tercer lugar. Para decir y actuar como lo hizo hay que estar enamorado. Enamorado y lleno de Dios. Y apasionado por la felicidad del ser humano. Como dice una canción de Luis Guitarra, versionando, el Salmo 86: “Pongo mi vida en tus manos, Padre mío, me abandono a ti. (U Oración de Charles de Foucault= leer)
Es evidente que Jesús no proclama a los pobres “dichosos” por ser pobres. Ni señala la pobreza como el ideal a vivir.
Sino que la dicha a la felicidad de los pobres está ahora en que el Reino de Dios es para ellos. Dios se pone a su lado, de su parte.
Cuando son rechazados y abandonados por todos, Dios no los abandona.
En un mundo desequilibrado Dios quiere equilibrarlo desde la justicia y el amor.
Y si esto es así, los que creemos en Dios también estaremos (o tendremos que estar) donde está Dios.
El ideal no es la pobreza, sino el amor. Solo hay futuro (solo se podrá hacer realidad el reino de Dios) cuando haya futuro para todos/as.
Con razón en el juicio final (Mt25) se nos dice que seremos juzgados precisamente por la postura que adoptemos en relación a aquellas personas que tienen hambre, sed, están desnudos, sin casa, enfermos, presos,…
“Lo que hicisteis a uno de estos, a mí me lo hicisteis..”
El final, ….las Bienaventuranzas es la experiencia (no la teoría sino la práctica, la experiencia) de caer en la cuenta de : ¿Dónde donde pongo yo mi corazón?.
En un mundo injusto, desequilibrado que genera desigualdades evidentes…igual…. yo no puedo ser neutral.
La mirada, la compasión en un mundo desigual tiene que tomar opción. O en un lado o en el otro.
Nuestra fe vivida se tiene que hacer samaritana. Esa que no pasa de largo y se pone a favor y al lado del caído, del que está tirado en la cuneta.
En esta paradoja que Jesús nos presenta: donde el pobre, el que llora, el que tiene hambre es el dichoso. Y donde el rico, el que ríe, el opulento es “Ay de ti-infeliz".
En esta especie de balanza. En qué lado estamos. o en qué lado quiero vivir. Por qué valores quiero optar.
Dice el libro del Deuteronomio (cap 30):
“Pongo ante ti la vida y la muerte, maldición y bendición, escoge, pues, la vida a fin de que vivas tú y tu descendencia”
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Si tienes sed de Ser, de sentido, de una palabra que te llene..... En BerriOna, La Palabra. El espacio para acercarnos y conocer el Evangelio de Jesús. Te esperamos el próximo jueves a las 19,30h o el próximo sábado a las 19,00h. El que mejor te venga según tus horarios u ocupaciones.