Lo que dijo aquel día Jesús no eran frases dichas así “entre dientes” o sin pensar. No. Todos sabemos que las Bienaventuranzas son como el programa de Jesús. Su discurso más programático.
Una proclamación hecha por Jesús que hasta los más pobres de los que allí estaban quedaron sorprendidos.
Pero yo pienso que Jesús dice lo que dice, entre otras cosas, por esto:
1.- En el relato de Lucas (a diferencia del de el evangelista Mt.), Jesús está en un llano.
Es decir donde está la gente.. En el vivir diario a pie de calle, podríamos decir. En la realidad dura de la vida. Donde se encontraba la gente que arrastra su vida en la pobreza, la pobreza económica, la exclusión social, la enfermedad, la marginación….
2.-En segundo lugar porque la mirada de Jesús era una mirada diferente.
Solo desde una mirada de la realidad atenta, compasiva, amorosa… uno puede ver la realidad y …sentirse conmovido, implicado, indignado.
Además, una mirada que va más allá de lo que todos veían (o si queréis, de lo que todos vemos). Veía a Dios en esa realidad.
3.- Y en tercer lugar. Para decir y actuar como lo hizo hay que estar enamorado. Enamorado y lleno de Dios. Y apasionado por la felicidad del ser humano.
Es evidente que Jesús no proclama a los pobres “dichosos” por ser pobres. Ni señala la pobreza como el ideal a vivir.
Sino que la dicha a la felicidad de los pobres está ahora en que el Reino de Dios es para ellos. Dios se pone a su lado, de su parte.
Cuando son rechazados y abandonados por todos, Dios no los abandona.
En un mundo desequilibrado Dios quiere equilibrarlo desde la justicia y el amor.
Y si esto es así, los que creemos en Dios también estaremos (o tendremos que estar) donde está Dios.
El ideal no es la pobreza, sino el amor. Solo hay futuro (solo se podrá hacer realidad el reino de Dios) cuando haya futuro para todos/as.
Con razón en el juicio final (Mt25) se nos dice que seremos juzgados precisamente por la postura que adoptemos en relación a aquellas personas que tienen hambre, sed, están desnudos, sin casa, enfermos, presos,…
“Lo que hicisteis a uno de estos, a mí me lo hicisteis..”
Desde aquí, la llamada que nos hace hoy “Manos Unidas” en su campaña (anual) Contra el hambre en el mundo, tiene este lema impactante:
“Nuestra indiferencia los condena al olvido”
Y una última cosa, Jesús para decir las Bienaventuranzas, dice el evangelio: “levantando los ojos a sus discípulos”. Mirándoles a los ojos les dijo…
¡No apartes la mirada!